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ANTONI POL El Consell de Mallorca se hará cargo del mantenimiento y la gestión de ocho carreteras que el Govern había construido según los convenios firmados con el Ministerio de Fomento entre los años 1998 y 2004. Se trata de la ampliación a tres carriles de la autopista de Inca entre la vía de cintura y el segundo cinturón de Palma, la variante de Inca, la autopista Inca-sa Pobla, la autopista s'Arenal-Llucmajor, la variante de Llucmajor, la variante de Manacor, el desdoblamiento de la carretera Palma-s'Esglaieta y las variantes de Son Ferriol i sa Casa Blanca. Dichos tramos suman un total de 59.915 metros de carretera y tuvieron unos costes que ascendieron a los 242 millones de euros.

El conseller de Habitatge i Obres Públiques del Govern, Jaume Carbonero, y el conseller d'Obres Públiques del Consell Insular, Antoni Pascual, firmaron ayer el acta que certifica el traspaso de los tramos. Desde ahora, los gastos de conservación, reparación y mantenimiento irán a cargo del Consell. En este sentido, Pascual manifestó su confianza en qué «Govern y Consell lleguen a un acuerdo para que éste último reciba más dinero para carreteras». Por su parte, Jaume Carbonero destacó que «prácticamente todas las carreteras ya son del Consell a efectos de gestión».

Carbonero también explicó que la Conselleria que dirige ha aprobado un programa de actuaciones en materia de seguridad y ajardinamiento presupuestado en más de nueve millones de euros y que se iniciará este mismo mes.

Respecto al último convenio de carreteras que el Consell y el Ministerio firmaron hace un año, Pascual se comprometió a trabajar con Madrid para que se agilicen las adjudicaciones y las ejecuciones.