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La dirección de Futura dio a conocer ayer el plan de negocio de la compañía para 2009, en el que se contemplan suspensiones temporales, con las que se podrían ver afectadas unas 130 personas durante la temporada de invierno, así como una reducción de la masa salarial, que supondría cobrar 1.000 euros al mes durante seis meses.

Esta reducción salarial afectará tanto al presidente de la compañía, Román Pané, como a directivos, pilotos y resto de empleados de la compañía, cuya plantilla total llega a las 1.500 personas.

El presidente del comité de empresa de Futura, Julián Barrero, confirmaba ayer estos dos hechos, aunque la medida deberá ser analizada en profundidad por el comité, ante las discrepancias que han surgido entre algunos colectivos de trabajadores.

Barrero añadió que en «fechas próximas», ya que aún no existe un calendario concreto de futuras reuniones, la dirección volverá a hablar con los representantes, para «concretar» aquellos aspectos que aún «no están definidos del todo».

En este sentido, el presidente del comité de empresa aseguró que «lo único que queda por hacer» es esperar a la próxima asamblea y estudiar la propuesta que «nos ha sido presentada hoy», para luego tomar una decisión firme sobre la propuesta.

Tras la reunión mantenida a lo largo del día de ayer, la compañía aérea emitió un comunicado en el que la dirección confirmó que este plan tiene como objetivo «alinear los intereses de compañías en 'leasing', accionistas y trabajadores del grupo Futura».