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A Concha Velasco se le acaban las vacaciones hoy. Diez días de descanso que ha pasado en el Meliá de Mar, algunos de ellos en compañía de su hijo Manuel, y de la novia de éste. Concha vuelve al trabajo con la ilusión del principiante. Dentro de nada volverá a ser Carmen Orozco, la matriarca de Herederos, una serie que, según confiesa, la ha ayudado a centrarse después de las muchas cosas que le han sucedido: se ha separado, se ha arruinado varias veces... Pero también ha sabido salir. «Yo creo que ha sido, en parte, por mi forma de ser, y porque los productores me han seguido dando trabajo y también porque a raíz de mi separación, he tenido a mi lado, como administrador, a Antonio Durán».

De Carmen Orozco dice que es una madre mala rara, muy a la española. «Para entendernos, no es una Àngela Chanin. Es otra cosa, vive en un ambiente taurino, muy español. Y... bueno, pues que ya he matado a dos, al marido y al amante "Concha se echa a reír". ¡Menos mal que no me ha dado por eso en la vida real! "y añade" Sí, vamos ya por la segunda parte, más una tercera que ya tenemos firmada. Estoy contenta, sí». Porque además, Concha, en este descanso de Herederos, ha hecho una película, Rabia, rodada en una casa, «algo asfixiante, pero que va a gustar. Hago de madre, con dos hijos. Mi marido en Xabier Elorriaga. La ha dirigido Sebastián Cordero y la ha producido el mexicano Guillermo del Toro. Dada la fuerza de este hombre, es una película que me puede abrir otras puertas». Dice Concha que procura disfrutar de los días, «aunque a veces sucede algo que lo enturbia todo». Se refiere a lo que se ha dicho sobre la enfermedad de Paco, su ex marido. «Él, en todo momento, ha estado bien atendido, tanto por sus hijos, como por mi. Y él así lo ha reconocido. Lo que me molesta son los comentarios que han hecho algunos». ¿Que también se dice por ahí que Paco se va a casar? No le molesta. «Ni tengo celos, ni ira, ni deseos de venganza. Todo eso pertenece a una etapa que ya he superado. A Paco, ahora mismo, por quien siento un gran cariño, le deseo lo mejor en esta vida». Concha ha sido una mujer luchadora. Siempre. «Por ello, creo que lo que soy es porque me lo he ganado». Y eso, ser la que es, en parte, se lo debe a su maestro de baile. «Hay que contratar siempre a la que levante más la pierna». Y eso es lo que hice.

Para ella puede que sea mejor ser amiga del iluminador que del productor. «Aquel siempre estará de tu lado, te defenderá: en cambio éste, si logra acostarse contigo, sólo te dará una película». Ahora mismo, viendo que el trabajo va bien, lo que más le ilusiona es que va a ser abuela y que su otro hijo se va a casar.

Pedro Prieto