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R.C. El nuevo comandante general de Balears, Juan Carlos Domingo Guerra, confesó ayer, durante la toma de posesión de su cargo en el patio de armas del Palau de l'Almudaina, sentirse «más servidor de todos que señor de nada», por lo que prefirió no concretar aún las líneas de su mandato al frente de la Comandancia General de Balears.

El acto fue presidido por el general adjunto al general jefe de la Fuerza Terrestre, José Ramón López Negrette, y al mismo acudieron las primeras autoridades civiles de las Islas, entre ellas el presidente del Govern, Francesc Antich; el delegado del Gobierno en Baleares, Ramón Socías, la presidenta del Parlament, Maria Antònia Munar, y Miquel Nadal como alcalde en funciones.

En su discurso, el nuevo comandante general se mostró partidario de «seguir los consejos de quienes vayan a ser mis subordinados. Entender primero, que diría Ramón Llull, pero reconozco que algunos compromisos, sin embargo, serán ineludibles», comentó, tras agradecer la labor y consejo de sus predecesores en el cargo.

El comandante general agradeció, asimismo, la labor de los soldados de las Islas destinados en territorios de la antigua Yugoslavia, que regresan estos días de su misión humanitaria en Kosovo. «La complejidad política y socioeconómica en la que se halla inmersa esta región, sobre todo después de la declaración de independencia, hace más brillante, si cabe, la cuenta de resultados que ofrece la Agrupación desplegada hasta la fecha en Kosovo», afirmó. Finalizó su intervención con unas palabras de agradecimiento en catalán.