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Durante un mes varios operarios de Emaya han realizado tareas de limpieza en el lecho de sa Riera. Esta ha sido la primera vez en diez años, desde que la empresa municipal se hizo cargo de la limpieza de los últimos kilómetros de sa Riera, que se han retirado los sedimentos acumulados en el lecho del torrente.

A finales de marzo, la acumulación de estos sedimentos, el agua dulce y el incremento de la temperatura registrada a lo largo de las últimas semanas de invierno fueron los factores que contribuyeron a la proliferación de algas en sa Riera. Por otra parte, debido al buen nivel de capacidad de los embalses, la planta potabilizadora que vierte sus excedentes de agua al torrente ha estado parada durante un tiempo. Esta agua, por su elevado nivel de salinidad, es un «enemigo de las algas» que impide su proliferación. Todo eso provocó que el agua estancada del torrente estuviese en muy mal estado y ofreciera una lamentable imagen.

Ocho operarios de Emaya trabajaron desde las 6.30 de la mañana hasta el mediodía, de lunes a sábado, y retiraron 40 toneladas de algas. Esta tarea, que se llevó a cabo desde el 25 de marzo al 8 de abril, fue complicada porque los operarios tuvieron que trabajar de forma manual y con agua hasta las rodillas.

Una vez restablecida la normalidad y para que sa Riera quedase en perfectas condiciones, desde Emaya se ha llevado a cabo una limpieza extraordinaria del torrente que ha consistido en eliminar los sedimentos que se han ido acumulando en el fondo.

Pero para realizar este trabajo, primero se vació el torrente y se dejó secar durante unos días. El 14 de abril comenzó la retirada de los sedimentos con palas para ser trasladados en un camión, lo que supuso recoger 1.000 toneladas en dos semanas.

Una vez finalizada la limpieza en un tiempo récord, la imagen de sa Riera, hoy llena de agua, es completamente diferente de la que presentaba ahora hace un mes, «gracias al esfuerzo que han hecho los trabajadores de Emaya, poniéndose ``Mans a Ciutat!´´ para restablecer la normalidad», aseguró Cristina Cerdó, presidenta de Emaya, cuando visitó el torrente una vez finalizada la limpieza.

Según Cerdó: «El objetivo de todos estos trabajos es mantener en condiciones este lugar emblemático de la ciudad, aplicando el mensaje del Pla d'Impuls a la Neteja de dar soluciones rápidas poniéndonos Mans a Ciutat!». A partir de ahora se llevarán a cabo los trabajos necesarios para mantener limpia sa Riera y se llevará a cabo un control de mantenimiento para evitar que vuelvan a proliferar las algas.