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Balears estará conectada con la Península por un enlace eléctrico submarino en 2010. El director de Red Eléctrica en Balears, Ramón Granadino, explicó que este proyecto, denominado Rómulo, dará más seguridad y fiabilidad al suministro eléctrico de las Islas, al tiempo que permitirá reducir las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) en 1'2 toneladas al año.

Granadino argumentó que este proyecto, que se encuentra en fase de exposición pública, es necesario para garantizar el suministro eléctrico de las Islas, ya que la demanda crece a un ritmo superior que en la Península. En este sentido, señaló que la energía del cable podría cubrir un tercio de las puntas máximas de consumo de las Islas. Este incremento de la energía disponible supondrá un ahorro en la factura que pagan los consumidores.

Este enlace eléctrico, que costará unos 375 millones de euros, será el primero en España y el segundo del mundo que transporte bajo el mar energía en corriente continua de alta tensión a una potencia de 400 megavatios y una profundidad de 1.485 metros. El trazado tiene 237 kilómetros, la mayoría bajo el mar, que discurrirán entre Santa Ponça y Morvedre (Sagunto).

La singularidad del proyecto hace necesaria la construcción de las dos estaciones de conversión para transformar la corriente alterna que circula por la red de transporte de corriente continua. El objetivo es que fluya en las condiciones «más óptimas» por el cable submarino «reduciendo las pérdidas en el transporte» que generaría por su longitud.

El trazado del cable ha sido diseñado de manera «cuidadosa» para minimizar «al máximo» el impacto ambiental y evitar dañar las praderas de posidonia, destacó Granadino.

Para ejecutar este proyecto, Red Eléctrica ha contratado a las empresas Siemens y Nexans, que se encargarán de suministrar la tecnología, del diseño y del tendido de los cables. Está previsto que las obras comiencen a finales de este año, si no hay retrasos administrativos.