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EUROPA PRESS-PALMA
Alrededor de 300 familiares y enfermos de cáncer acuden cada año a alguno de los dos pisos de acogida destinados a las personas que tienen que desplazarse de Menorca y las Pitiüses para recibir tratamiento en Palma.

La Asociación de ayuda al enfermo oncológico de Balears (Adamob) gestiona este servicio con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas que cuidan de estos pacientes facilitándoles un hogar durante su estancia en la Isla.

Así lo apuntó la psicóloga de la entidad, Lourdes Santos, quien resaltó que las viviendas «suelen estar siempre llenas», lo que provoca que en algunos momentos la lista de espera supere las 20 familias. «Nos falta capacidad para atender a toda la demanda», remarcó.

El servicio es totalmente gratuito y ofrece ayuda psicológica a los familiares y enfermos «lo que les proporciona «cierta tranquilidad, al estar cerca del hospital, y poder hacer una vida más o menos normal», apuntó Santos.

En sus seis años de trayectoria se han atendido a unos 2.000 familiares de pacientes que tuvieron que viajar hasta Palma para recibir asistencia hospitalaria, dando cobertura a los enfermos durante todo el proceso de su enfermedad.

Además de mantener estos dos pisos, ubicados cerca de Son Dureta, la Asociación de padres de niños con cáncer de Balears (Aspanob) gestiona otras dos viviendas en esta misma zona de Palma que en este caso están destinadas a los niños oncológicos y a sus padres, que acogen cada año una media de 20 a 30 familias.