La Cofradía Cruzada del Amor Divino logró ayer consolidar la procesión del Sant Crist dels Boters, que se realizó en medio de una gran expectación y sentimiento religioso, más aún cuando varió el recorrido del pasado año, al hacer transcurrir parte de la procesión por el Passeig Sagrera.
La salida de la misma se produjo desde la iglesia de Sant Joan de Malta, donde los cofrades, vestidos con su tradicional túnica de color blanco con la cruz de Malta, así como también de blanco el capirote, sandalias y guantes, se vieron arropados por penitentes de las cofradías de Santa Cruz, Santa Faz y La Dolorosa.
Previamente al inicio de la procesión, se celebró una misa en la iglesia de Sant Joan de Malta, que sirvió para aglutinar a todos los penitentes, que vivieron con sentimiento y religiosidad toda la procesión, en la que las bandas de música, entre ellas la del Virgen del Mar, así como las del resto de cofradías, únicamente utilizaron tambores y ningún instrumento de viento, para así hacerla más sencilla, íntima y espiritual.
El Sant Crist dels Boters, una talla en madera del siglo XVI, fue llevada por cinco cofrades a hombros por las calles de Sant Joan, Montenegro, Sant Felio, Sant Llorenç, Sant Pere, Passeig Sagrera, Llotja del Mar y Boters, hasta la entrada en la iglesia.
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