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La festividad del Domingo de Ramos marca el inicio de la Semana Santa. En ella se conmemora la entrada de Jesús en Jerusalén y los fieles católicos acudirán un año más a bendecir sus ramos de olivo y palmas en las distintas parroquias de Palma y pueblos, y de forma muy especial en la Catedral de Mallorca.

Y un año más, la manacorina Isabel Planiol, artesana de las palmas, ha sido quien ha realizado el encargo de trabajarlas para el Cabildo Catedral y venderlas en los mercadillos que esta semana se van realizando en los pueblos.

Isabel aprendió el arte de trabajar las palmas cuando se casó con Felipe Navarro, empresario de Elche propietario de una finca de palmeras de diez mil unidades. Su producción de palmeras destinadas al Domingo de Ramos es de aproximadamente 25.000 unidades que se distribuyen en varias provincias españolas como Sevilla, Valencia, Madrid y Balears.

La semana previa a la Semana Santa, Isabel viaja a Mallorca con varios miembros de su familia para vender entre cinco y seis mil palmas en los mercados de Montuïri, sa Pobla, Sineu, Inca, Manacor y Porreres. En Palma las distribuyen en distintas floristerías de la Rambla y ella misma es quien las vende el Domingo de Ramos a la entrada de la Catedral, actividad que conocen muchos fieles mallorquines que acuden este día a la misa solemne.

Isabel Planiol destacó que un año más ha hecho «las palmas trabajadas o rizadas, "que es como se las denomina" para el Cabildo Catedral. Hemos realizado una veintena siguiendo el mismo modelo, aunque la del señor obispo, ésta sí que resulta más trabajada y se hace de forma especial».

El precio de las palmas trabajadas oscila entre 1'50 euros que suelen comprarse para los más pequeños de la casa y las grandes que cuestan 45 euros.

Amalia Estabén