Alguna comparsa hizo sentir al público el Carnaval de tierras más calidas, cuando la temperatura en Palma era más bien fría. Foto: TERESA AYUGA

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La tarde de frío vivida ayer tarde no mermó los ánimos de miles de mallorquines que vivieron la Rua capitalina, el acto central del Carnaval de Palma, con buen ánimo y mucha alegría. El desfile, en esta ocasión cambió su ruta. Se inició con puntualidad taurina a las cinco de la tarde en el Passeig de Mallorca, discurriendo después por Jaume III, Plaça Joan Carles I, Unió, y Ramblas dels Ducs de Palma, para concluir en la calle Baró de Pinopar.

La edición de la Rua 2008 se vivió con total ausencia de reivindicaciones vecinales o políticas y se caracterizó por la numerosa participación de las dos categorías de carrozas "26" y comparsas "38" exigidas por la organización y casi nula fue la presencia de espontáneos disfrazados a excepción de dos damas vestidas de época y un grupo reducido imitando al clero.

El desfile de este año se caracterizó por su buena organización y fluidez; la constante de la música propia de Carnaval, que imprimió ritmo, melodía y mucha armonía en los bailes que las comparsas exhibieron tras, seguramente, muchas horas de ensayos. Aunque eso sí, faltó más luz municipal en determinados tramos.

El jurado, aguantando también el frío que les venía cruzadísimo ya que estaban en el catafalco situado en la perpendicular de es Born en la plaza Joan Carles I, estuvo presidido por la alcaldesa, Aina Calvo, Soledad Sarabia, Juan Parra, Pere Pavía y Carles Molinet, quienes no lucieron disfraz.

Amalia Estabén