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Piratas, princesas, dimonions o espadatxins, cualquier vestimenta es válida por celebrar el Carnaval. Y así lo demostraron ayer los vecinos de Marratxí, que serían los primeros a realizar la tradicional Rua. El buen tiempo acompañó y cerca de 700 personas participaron en el mismo, que congregó carrozas, comparsas y un numeroso grupo de niños con disfraces de todo tipo.

Eran casi las cuatro y media cuando se sintió un «¡ahhhh!» generalizado en la Plaça de Sant Marçal. Era el trueno del cohete que anunciaba que la Rua estaba a punto de empezar. En las aceras, un público entregado esperaba ver pasar a las comparsas, mientras los más pequeños permanecían sentados en las aceras con sus «mejores trajes». Cerca de veinte carrozas y comparsas se pasearon por las calles del centro de Marratxí con unos disfraces muy originales.

Las más de 140 ratitas del CP Costa i Llobera fueron las ganadoras del desfile de este año, seguidas de una inmensa carroza venida de Pòrtol que recordaba los antiguos trabajos del campesinado y que se llevó el segundo premio. Y es que en Marratxí se congregó de todo. Apicultores, hadas, dragones y caballeros, pescados a la caza de submarinistas, mariposas o la sección de personas mayores de la localidad para ir a las olimpiadas. El toque reivindicativo lo puso una comparsa contra las antenas de telefonía móvil. El flautista de Marratxí y sus ratitas obtuvieron el primer premio.

F.Marí