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Q.TORRES La crisis del sector inmobiliario ha comenzado a provocar las primeras víctimas en el Archipiélago. Según el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API), de las 1.600 agencias inmobiliarias u oficinas de venta de pisos que habían en Balears en pleno boom inmobiliario ahora ya sólo quedan la mitad, 800.

La mayoría de las agencias que han tenido que cerrar eran, en realidad, 'chiringuitos' o pequeñas oficinas de venta de inmuebles que se ubicaron en las Islas cuando los pisos se vendían solos. Ahora, una vez que el boom inmobiliario ha pasado a la historia, estos despachos han desaparecido.

También han notado la bajada de ventas de inmuebles las grandes cadenas, como Fincas Corral o Tecnocasa, que han optado por cerrar parte de la red de oficinas, una situación que también se ha vivido en Balears. En cambio, según el presidente del Colegio Oficial de APIs, Josep Oliver, este colectivo no ha notado tanto el fin del boom inmobiliario porque contaba con una estructura más asentada y no dependen tanto de una coyuntura desfavorable como la actual. Tanto es así, que durante el último mes han contabilizado 25 nuevos colegiados y ahora ya suman 300 en Balears. Aunque hay compradores de inmuebles, cada vez cuesta más colocar las casas más caras. De hecho se ha detectado una bajada de los compradores extranjeros, que habían contribuido al boom inmobiliario de la costa. Así lo ha constatado el mayor constructor de viviendas del Reino Unido, Taylor Wimpey, que sufrió el año pasado un descenso del 44% de sus ventas en el Estado y tiene previsto revisar el valor de sus promociones en Balears, Andalucía y Levante.