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E. DOMÈNECH El 15 de diciembre se cumplió un año de la suspensión repentina de vuelos de la aerolínea Air Madrid que dejó a más de 120.000 personas en tierra. Un drama para los afectados en unas fechas próximas a la Navidad y más todavía cuando buena parte de ellos eran inmigrantes latinoamericanos con pocos recursos. Sin embargo un año más tarde los clientes de la compañía aérea todavía no han podido recuperar el importe de sus billetes. En Balears se interpusieron más de 1.500 reclamaciones, que todavía están sin respuesta y pendientes de la evolución del proceso concursal.

Las Islas vivieron la situación de caos que provocó el cierre de la compañía bien de cerca, ya que tenía rutas que conectaban las islas entre sí y con la Península. No sólo eso si no que el propietario de la aerolínea, José Luis Carrillo, es un empresario con fuertes vínculos personales y profesionales con Balears, donde tiene buena parte de los establecimientos de su cadena Hoteles Globales.

El responsable del mercado emisor de Aviba (Asociación de Agencias de Viajes de Baleares), Carlos Almoguera, afirma que todo está todavía en el aire, aunque en las próximas semanas se podría saber alguna cosa. «Aunque no nos correspondía hicimos de intermediarios y presentamos las reclamaciones ante el Estado en nombre de los clientes», recuerda. Por otra parte, explica que las agencias intentaron recuperar el dinero de los billetes vendidos pero el BSP, el banco encargado de redistribuirlos a las aerolíneas, los retuvo.

En la actualidad, hay una administración concursal que gestiona la insolvencia de Air Madrid después de que la compañía presentara una propuesta anticipada de convenio. Algunos de los afectados pudieron volar abonando 200 euros por trayecto a la compañía Air Comet, que en vista de la situación adelantósu plan de expansión e inició algunas de las rutas que Air Madrid abandonó. También se hizo cargo de una parte de la plantilla.