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NEUS AGUILÓ La convicción de padres y madres de que el tipo de centro escolar puede determinar la formación de sus hijos condiciona en gran medida la decisión a la hora de elegir el tipo de centro escolar (público, privado o concertado).

Los colegios concertados cuentan con una gran aceptación en Balears. Son muchas las familias que optan porque sus hijos cursen sus estudios en estas escuelas. Se trata de centros privados sostenidos con fondos públicos.

Cobro de cuotas
Los colegios concertados tienen prohibido el cobro de una cuota por la enseñanza obligatoria que imparten pero la mayoría de los padres han de pagar por otros conceptos, como tasas mensuales u horas complementarias. Algunas voces afirman que la financiación que reciben estos centros no es suficiente y es mucho menor que en los centros públicos. Es aquí donde surge el problema. ¿Cómo llevan a cabo su proyecto? Hemos hablado con Marta Monfort, directora de ESO y Bachillerato del colegio Madre Alberta y presidenta de Escola Catòlica, entidad que representa a 82 centros concertados católicos de Balears. Monfort explica que «por las deficiencias económicas de los centros concertados éstos en ocasiones establecen una cuota voluntaria. La cuota se establece por necesidad. Por enseñanza reglada está prohibido cobrar; sólo está permitido cobrar por enseñanzas o servicios fuera del horario escolar siempre y cuando los padres así lo deseen. Esto es lo que supone ser un centro concertado». Marta Monfort añade que «en Madre Alberta no tenemos cuota voluntaria, únicamente la hay en Bachillerato concertado (1º de Bachillerato) y es de 39 euros mensuales. En los otros niveles, lo que se hacen son actividades extraescolares». Dependiendo de cada colegio, este tipo de pago oscila entre 10 y 40 euros al mes.

Hemos querido saber también cuál es la opinión de las familias que llevan a sus hijos a las escuelas concertadas acerca del gasto extra que esto supone. Maribel tiene tres hijos en edad escolar que cursan sus estudios en Sant Francesc de Palma y apunta que «el centro tiene unas mensualidades voluntarias para que los padres paguemos si así lo queremos, para ayudar a mantener el colegio; lo veo bien porque lo paga quien quiere».

Francisco es un padre de dos hijas que estudian en el mismo centro Sant Francesc y explica que pagamos 20 euros mensuales para la fundación del centro; esta cuota se pensó para sufragar los gastos del colegio; ésto es para algo bueno; respecto a gastos de extraescolares y comedor es algo bueno para todos, lo paga quien quiere; es algo que facilita las cosas a los padres que trabajamos», añade Francisco.

Además de estas mensualidades, los centros concertados ofrecen otros servicios complementarios, como son comedor, autocar, actividades extarescolares (idiomas, informática, talleres de manualidades, deportes...), enfermería, revisión médica, excursiones, salidas al teatro... todo ello supone para las familias afrontar un gasto extraordinario, que puede llegar a alcanzar un máximo de casi 300 euros mensuales, si bien es cierto que la cifra varía dependiendo del colegio y de cada familia en particular. Juan Antonio tiene dos hijas que cursan Primaria en La Salle. Destaca que «creemos que el colegio es de los mejores pero a final de mes se nota en el bolsillo, nos sale más caro que un colegio público porque a la cuota hay que añadir comedor, uniformes, baberos, enfermería, orientación pedagógica y APA. El hecho de pagar una tasa extra no me parece justo. Llevar a mis hijas a un concertado me sale por unos 200 euros al mes cada una; al final es mucho más caro que un centro público», añade Juan Antonio.

Así, los concertados pueden resultar más completos y aportan más posibilidades a los padres en cuanto al abanico de actividades extraescolares y complementarias que pueden realizar sus hijos, además de aportar facilidades como servicio de autobús o comedor, si bien es cierto que en la práctica estos centros no acaban resultando 100 por ciento gratuitos como un centro público.