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Cinco agentes del Grupo de Información de la Comandancia palmesana han viajado a Navarra y Zaragoza para llevar a cabo la «Operación Kaskai», que ha permitido desarticular la red que organizaba los trayectos en patera entre Argelia y Mallorca.

La operación se inició con la llegada de la primera patera en septiembre de 2006 a la que siguieron más pateras, lo que motivó la apertura de una investigación para esclarecer el posible establecimiento de una nueva ruta de flujo migratorio irregular. Para reforzar la vigilancia se instaló el radar SIVE (Sistema Integral de Vigilancia Exterior) . Los traficantes de seres humanos contaban con una ventaja: la ruta desde Dellys (Argelia), con un recorrido aproximado de unos 275 kilómetros, que pueden ser cubiertos en unas 24 horas por el Mediterráneo, se realizaba en un mar que no presenta las condiciones adversas de un océano.

De las gestiones realizas por el Grupo de Información se llegó a la conclusión de que existía un entramado de personas intermediarias que facilitaban, promovían o favorecían el tráfico ilegal o la inmigración clandestina desde Argelia con destino a España. De acuerdo con estos datos fueron identificados una serie de individuos que formaban parte de esa red, todos ellos localizados en la provincia de Zaragoza y de Navarra. Tras ampliar las investigaciones a estas provincias, se determinó la existencia de una serie de empresarios que empleaban a los inmigrantes llegados a estas comunidades, en condiciones totalmente irregulares.

A medida que avanzaron las investigaciones se fue conociendo que este grupo se encargaba de la organización tanto en origen, en donde gestionaban la compra de embarcaciones que iban a ser utilizadas para desembarcos, como en su destino final, asesorando a las personas que viajaban sobre las posiciones geográficas de los puntos a los que tenían que llegar y las condiciones meteorológicas de los días concretos de desplazamiento. También les explicaban qué hacer al llegar al destino para pasar desapercibidos entre la población y no ser detectados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, además de animar a los candidatos a realizar el «viaje».

Posteriormente y una vez en España, el apoyo se extendía al auxilio de estas personas en cuestiones burocráticas, dado que la práctica totalidad de ellas eran empadronados en una serie de poblaciones. Así se facilitaba su futura regularización. También recibían indicaciones de cómo obtener otros beneficios y ayudas, solicitando la prestación sanitaria, que obtenían sin ningún tipo de problema una vez empadronados.

El viernes, los cinco agentes de Palma y funcionarios de Zaragoza y Navarra registraron dos domicilios en la primera provincia y detuvieron a once implicados como supuestos autores de los delitos contra los ciudadanos extranjeros, estancia ilegal y contra el derecho de los trabajadores.