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La Fundació Maria Ferret entregó ayer los premios Maria Ferret y Eladi Ferret en la sede de Sa Nostra.
En concreto, los galardonados con el premio Maria Ferret fueron Maties Oliver i Pascual y Josep Sabater Manresa. La Fundación les hizo entrega de este premio por su contribución en la llegada de los uniformes de escoltes a Mallorca. En este sentido, Sabater explicó que ambos iban a Barcelona para adquirirlos uniformes. Los dos realizaban este trabajo de forma desinteresada. Poco a poco se fue ampliando el negocio y Oliver abrió la conocida tienda 'Kenia'. El nombre es muy significativo, ya que es el lugar en el que enterraron al fundador del escoltisme, Robert Baden-Powel.

Oliver no pudo acudir a recoger el premio, pero en su lugar lo hizo su hija, que aseguró que su padre «no sería la misma persona sin el escoltisme».
El premio Eladi Homs ha recaído este año en la unidad de Pioners y Caravels 'Trotatrapes' de la agrupación Escolta i Guia Jaume I / Verge de Lluc. El jurado ha decidido otorgar este premio a estos jóvenes, de entre 14y 17 años, por el trabajo y la coordinación que demostraron cuando uno de sus integrantes, Xavier Ferrer se cayó en un torrente en la Sierra de Tramuntana durante un campamento.

En concreto, los premiados han sido Xavi Ferrer, Biel Carbonell, Clàudia Comparini, Carles Seguí, Xesca Barceló, Neus Teduré, Jordi Pujol, Enric Hernaiz, Laura Bonnin y Pau Riera, junto con los monitores Albert Ferrer, Toni Mut, Neus Tortella, Laura Trias y Paula Ferrer.

Estos son los galardonados más jóvenes que han recibido el premio Eladi Homs.
Durante el acto todos se mostraron muy agradecidos y orgullosos de haber sido galardonados con estos premios.
La entrega de premio fue muy emotiva, ya que allí se dieron cita desde los escoltes más jóvenes hasta los más veteranos. Entre estos últimos destacó Ignacio Forteza, que es uno de los miembros que formó parte del grupo fundador de Eladi Homs y actualmente es patrón de la fundación Maria Ferret.

La de ayer fue la décimo cuarta edición de ambos premios, que como destacó el presidente la Fundación, Pep Lluis Riera, coincide con la edad de la Fundación.

Riera comparó durante su intervención la Fundació Maria Ferret con un lápiz. En su opinión, los dos pueden hacer grandes cosas, pero necesitan que alguien les guíe. Además, señaló que un lápiz necesita que le saquen punta, «eso hace que sufra, pero está más afinado». Además, aseguró que permite borrar aquello que está mal, por lo que los errores se pueden corregir. Riera destacó que lo que importa del lápiz no es el exterior sino el interior. Finalmente, aseguró que el lápiz deja marcas, «igual que nosotros, por lo que de ser cuidadosos».

El acto estuvo amenizado por el escritor Pere Morey, que enseño a los asistentes a interpretar las estrellas, ayudándose de la mitología. «Los escoltes tenemos un privilegio que la gente ha perdido y es que podemos ver el cielo que está lleno de historias», sentenció.