Maria Antónia Munar, junto a los miembros fundadores del partido y miembros de la actual ejecutiva de la formación. Foto: PERE BOTA

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LAURA MOYÀ Unió Mallorquina empezó ayer por la noche la celebración de sus 25 años de vida con un acto en el que el congreso de la formación se convirtió en protagonista de la velada. No fue el único. El evento también rindió homenaje a los miembros fundadores del partido, aquellos que el 30 de octubre de 1982 pusieron en marcha UM, y sirvió para dar a conocer los planes de futuro del partido: contar con formaciones afines en Menorca y Eivissa.

La actual presidenta de UM, Maria Antònia Munar, ya dejó claro durante su discurso el objetivo ante el próximo congreso: una única candidatura de consenso. «Durante estos años, han intentado dividirnos y hacernos desaparecer. Ahora, sabemos quiénes son nuestros amigos y quiénes nuestros enemigos», dijo Munar, quien destacó, acto seguido, la importancia del futuro inmediato, «el cónclave del relevo y del nuevo equipo de consenso».

Después, Munar comentó a los periodistas su confianza en que se conseguirá una única candidatura. «En UM hay personas centradas y muy inteligentes que se pondrán de acuerdo para hacer posible el crecimiento del partido», afirmó. Munar no quiso hablar de candidatos ni hacer distinciones entre los nombres que suenan para presidir el partido, «nadie es más nacionalista o más de derechas o de izquierdas», porque «todos son de UM».

El primer acto oficial de la celebración del 25 aniversario de UM reunió en la sede de la formación a la ejecutiva, al Consell Polític y a los miembros fundadores del partido. Sin embargo, la foto más buscada de la noche, aquella que debía reunir a Miquel Nadal, Miquel Ferrer y Guillem Ginard, los tres nombres que más suenan para integrar la candidatura de consenso a la presidencia, no pudo hacerse porque ni el alcalde de Alcúdia ni el de Campos asistieron al evento, aunque sí lo hizo Miquel Nadal como miembro de la ejecutiva.

Pasado y futuro
El día en que se recordaba el pasado sirvió para presentar el futuro del partido. «UM es más necesario que nunca porque, en momentos en los que en el Estado reina la crispación, ayuda a moderar. Por eso, por el bien de todos, trabajaremos para que otros partidos tengan vida en Menorca y Eivissa», dijo la presidenta durante su discurso. De esta manera, Munar oficializó la apuesta de la formación nacionalista por buscar socios y extender su proyecto más allá de Mallorca.

La velada también rindió tributo a los miembros fundadores de UM, especialmente a Jeroni Albertí, el primer presidente del partido, a quien los presentes le obsequiaron con un prolongado aplauso tras las palabras de agradecimiento a su labor que le dedicó Maria Antònia Munar. Además de Albertí, también acudieron Maria Jerònia Vives, Juan José Maestre, Miquel Àngel Borrás, Joan Noguera, Pere Amorós y Jaume Riera. Los siete recogieron de manos de la presidenta una estilográfica que, a su vez, utilizaron para firmar un manifiesto en el que reafirmaron su compromiso con la formación.

Tras el discurso y el homenaje llegó el turno del brindis, dedicado en esta ocasión al futuro de Unió Mallorquina. Un futuro que ayer robó protagonismo al pasado y que tuvo como ejes el próximo congreso y la expansión del partido, que buscará tener voz en todas las islas.