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LAURA MOYÀ El pasado lunes, el portavoz de UM en el Parlament, Bartomeu Vicens, presentaba en la Cámara la propuesta de su partido de Llei del Sòl. La acción provocó cierto malestar entre sus socios de gobierno, un malestar que ayer disminuyó tras la decisión de UM de retirar el proyecto para que sea la Conselleria de Mobilitat i Ordenació del Territori la que impulse la tramitación de esta norma en forma de Proyecto de Ley.

La decisión de UM de presentar en solitario la Llei del Sòl provocó ayer numerosos comentarios y reuniones de urgencia en los pasillos del Parlament entre los implicados con el objetivo de evitar la imagen de descoordinación ofrecida. Por ello, tanto Bartomeu Vicens como Biel Barceló, portavoz en el Parlament del Bloc, dejaron la cuestión en una «tramitación incorrecta» y no en un problema del Ejecutivo. «La ley tendrá como base el proyecto aprobado por los seis partidos que conforman el Govern y que forma parte del acuerdo de gobierno», recordaba Barceló. Vicens, por su parte, no dudaba en que «la iniciativa tendrá como eje el texto» presentado por UM y que recoge el ratificado en el pacto de gobernabilidad.

Gabriel Vicens, conseller de Mobilitat, dejó claro que el Ejecutivo es el que tiene que impulsar una ley de estas características, ya que se ha de consensuar con otras consellerias del Govern implicadas e, incluso, con los consells insulares de todas las islas. Vicens explicó que su departamento ya está trabajando en un texto, que también tendrá en cuenta al sector de la construcción. El texto definitivo se presentará en el Parlament como Proyecto de Ley «cuanto antes mejor», según Gabriel Vicens.