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VICTORIA GRIMA El portavoz de la Comisión de Hacienda del PP, Julio Martínez, aseguró ayer que el incremento «espectacular» de algunas tasas municipales, previsto por el equipo de Gobierno para 2008, refleja el «afán recaudatorio» de los partidos firmantes del Pacte de Cort (PSOE, UM y Bloc). Martínez recordó que las arcas municipales se han visto reforzadas gracias a la Ley de Capitalidad y el último plan de inspección popular encaminado a hacer aflorar a los que no pagaban impuestos.

Para el ex director de Hacienda de Cort, las dos nuevas inyecciones económicas evidencian que «si hay un año en el que no se debería subir los impuestos es precisamente este». A su entender, el incremento de las tasas refleja que «va a existir un presupuesto para la república de UM, para la república de EU y para la república del PSM».

En este sentido, criticó que por primera vez en 12 años las ordenanzas fiscales (ingresos) y el presupuesto (gastos) se llevan por separado. La razón, agregó, se debe a que el equipo de Gobierno «no se pone de acuerdo en el tema. El Bloc quiere hacerle pagar a Calvo la decisión de Son Espases y obliga a la alcaldesa a diseñar un presupuesto para sus compañeros de viaje».

Según el representante del PP, los 30 millones procedentes de la Ley de Capitalidad más los ocho del plan de inspección son suficientes para congelar las tasas municipales. Una medida que asumiría el PP si siguiese en el poder, «porque contrariamente somos un único partido que, además, sí tenemos clara la idea de ciudad para la capital balear».

Promesas incumplidas
Igualmente, Martínez reprobó que la subida de los pagos municipales se produzca «sin que los ciudadanos obtengan beneficios fiscales», si bien mostró la «alegría» de su partido porque el Pacte no elimine algunos incentivos populares, como las ventajas ofrecidas en el IBI a familias numerosas.

Así las cosas, Martínez recordó que las propuestas de modificación de impuestos, tasas y precios públicos «no reflejan ninguna de las promesas electorales de las distintas fuerzas, ni tan siquiera las medidas establecidas en el acuerdo de Gobernalidad».

Una postura que justificó tras señalar que las ordenanzas municipales previstas para 2008 «olvidan las palabras de estos partidos sobre el recargo en el IBI por viviendas vacías, la eliminación de la ORA para residentes, un aumento de los beneficios en el impuesto de circulación o la diferenciación entre primera y segunda vivienda».