El Govern no podrá reabrir al público la línea de metro y volver a ponerla en marcha, como mínimo, hasta dentro de dos meses, debido a que los problemas estructurales detectados son más graves de lo previsto. La Conselleria de Mobilitat quiere actuar con diligencia y solventar las deficiencias detectadas a raíz de las inundaciones habidas en los últimos meses para evitar problemas mayores.
A la espera del informe de la auditoría técnica, la Conselleria de Mobilitat quiere actuar con la máxima prudencia, de ahí el plazo de los dos meses. El conseller Biel Vicens indica que durante estos dos meses, «se podrán ejecutar las obras imprescindibles para acabar con los problemas detectados en la red suburbana, que son los que han provocado las reiteradas inundaciones habidas en la línea».
El consejo de administración de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) aprobó ayer calificar de carácter urgente la realización de estos trabajos, algunos de los cuales ya se han iniciado para acelerar la adjudicación y ejecución de las obras.
La infraestructura del metro, según los análisis está bastante deteriorada en algunas partes, circunstancia que ha motivado el apuntalamiento de 100 metros cuadrados del techo de un túnel por existir peligro de derrumbe. El Govern quiere actuar con muchísima prudencia.
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