La rectora de la Universitat de les Illes Balears, Montserrat Casas, aprovechó el acto de inauguración del curso académico ante el president del Govern, Francesc Antich, para plantear dos de los principales problemas a los que tiene que hacer frente la comunidad universitaria de nuestras Islas: la baja financiación y la escasa inversión en investigación.
Casas dejó claro que la Universitat balear está a la cola en la asignación de recursos públicos, tanto a nivel estatal como europea, y eso a pesar del esfuerzo realizado en la pasada legislatura en esta materia. Unos buenos estudios superiores dan la dimensión real del progreso de una sociedad, son los que, en definitiva, garantizan la competitividad en todos los órdenes. Por esta razón, el Govern debe tomar buena nota de las consideraciones planteadas por la rectora que, parece obvio, van mucho más allá que la desclasificación de unos terrenos de uso residencial en el ParcBit y de la mejora de los fondos autonómicos para la investigación, que siguen lejos de la media nacional.
La Universitat de les Illes Balears se ha convertido en un auténtico motor social, las tres décadas en las que lleva trabajando ha alumbrado numerosas promociones desde sus diferentes facultades, algunas de las cuales han llegado a un importante nivel de especialización que el mercado laboral ha sabido valorar captando sus nuevos licenciados a las puertas mismas del campus.
Cumplir el treinta aniversario permite tener la suficiente perspectiva de la labor realizada por la UIB desde su creación, positiva sin lugar a dudas, pero al mismo tiempo es adecuado plantearse la dirección que debe tomar para seguir siendo un referente al servicio de nuestra Comunitat Autònoma.
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