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JOAN J. SERRA La Mesa de la Llet de Mallorca reunió ayer por primera vez a industriales y productores del sector y acordó crear un observatorio de precios para detectar desequilibrios o desajustes entre los precios de venta al consumidor de leche y derivados lácteos producidos en la Isla, y los que percibe el ganadero.

En una reunión presidida por la consellera d'Agricultura i Pesca, Mercè Amer, ayer se reunieron, por una parte, las empresas Campos, Grimalt, Prilac, Can Burguera, Agama y s'Atalaia, y, por otra, los productores, representados por Lleters de Mallorca, Asaja, Unió de Pagesos, Ucabal y la Associació Empresarial Agrària. También estuvieron presentes, además de la consellera Amer, los directores generales Antoni Perelló y Francesc Blasco, la gerente del IBABSA, María José Suasi, y el secretario general de la Conselleria, Fernando Pozuelo.

Los representantes de los payeses pusieron sobre la mesa los bajos precios que están percibiendo los productores de leche de Mallorca frente a los incrementos que se están registrando en la Península. En la Isla, el precio base es de unos 29 céntimos por kilo y alcanza los 33 céntimos, según calidades, mientras que en algunos puntos de la Península se llega a los 54 céntimos.

También se comentó que los precios de venta al consumidor están aumentando en Mallorca al ritmo de otros mercados, pero estos incrementos no se están trasladando a los payeses. En este sentido, los industriales de la Isla indicaron que están dispuestos a aplicar incrementos en el precio de la leche que pagan a los ganaderos, pero añadieron que su clientela no admitiría aumentos considerables. Las empresas no precisaron cuándo harán efectivos esos incrementos.