Imagen de la grabación del cortometraje.

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Recomiendo no perder de vista a Toni Bestard, director de cine mallorquín multipremiado por sus cortos, en especial por Equipaje, nominado a los Goya del pasado año, dado que es una persona que nos sorprende constantemente con su trabajo. Con lo hecho, con lo que está haciendo y con lo que va a hacer.

No vamos a hablar más de Equipaje, pues creo que de este cortometraje ya se ha dicho prácticamente todo, pero sí de El anónimo Caronte, un documental que acaba de finalizar y que trata sobre la película El Verdugo, rodada en Mallorca, en 1963, y de uno de sus modestos actores, Joan Ferrer, d'Ariany. Pero actor con papel, eh; es decir, actor con frases. Sí, fue el único actor modesto mallorquín que participó en aquella película y que dijo algo. Joan hacía de guardia civil, aquel que de pronto aparece en el lago Martel, de las Cuevas del Drach, preguntado por José Luis Rodríguez, el verdugo, que se encontraba entre el público presenciando el espectáculo. Incluso en Joan desciende la barca y se entremezcla con el respetable buscando al verdugo, a quien, tras localizarlo, invita a que le acompañe «hasta la prisión provincial de Palma».

El corto se ha rodado entre Ariany y Palma, y su duración es de 16 minutos. «Acabo de regresar de Madrid -nos dice Bestard-, de presentarlo en la Academia. A ver si hay suerte».

Además de este nuevo corto, Bestard está trabajando ya en lo que será su primer largometraje El perfecto desconocido, en el que narra la historia de un extranjero que llega a un pueblo de Mallorca y cambia la vida y las costumbre de sus habitantes. «Me gustaría rodarlo en Mallorca», confesó el director.

Por último, reconoce que, aunque a largo plazo, está interesado en llevar al cine La vuelta a Mallorca en camello, una aventura protagonizada en los años 60 por el periodista Miquel Vidal y el pintor Gustavo. «Leí el libro, me interesó mucho la historia que Miquel cuenta en él y... me lo reservo para mucho más adelante», señaló.

Pedro Prieto
Foto: Click