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Santa Ponça vivió ayer una dura batalla. Moros y cristianos se enfrentaron para conseguir el mando de la Isla. Poco antes de la lucha, la bahía de Santa Ponça mostraba una imagen poco usual. Una decena de navíos cristianos, engalanados para la ocasión, cercaban la costa, donde les esperaban las tropas sarracenas del rey moro. Con el desembarco de los cristianos comenzó la gran batalla con los moros, que se celebra cada año con motivo de las Fiestas del Rei en Jaume.

La cruz de Santa Ponça, zona emblemática por ser el lugar por el que en 1229 desembarcó el rey Jaume I en su conquista de Mallorca, fue el escenario del primer enfrentamiento entre las tropas de Jaume I, interpretado por Cosme Fernández, y las del rey moro Abú-Yahya, a quien daba vida Javier Peris, y que pretendían impedir la conquista de sus tierras por parte de los cristianos. El color de los trajes de cada bando y la música de los xeremiers y de la Banda Municipal de Calvià dieron vida al desfile, en el que participaron centenares de personas de las colles que forman ambas tropas. Tanto los mayores como los más pequeños quisieron formar parte de este pasacalles y disfrutaron emulando a sus antepasados en la gran lucha que se produjo hace 778 años, con la llegada de Jaume 'el Conqueridor' a la Isla.

Los cavallers de ambos bandos encabezaron la cabalgata acompañando a los gegants que representaban a Jaume I y a Violante, e iban seguidos de los dos reyes y todas sus tropas. El rey moro acudió muy bien acompañado, tanto por los soldados como por las bailarinas; mientras que Jaume I podía presumir de las brillantes armas de sus tropas.

Después de un pequeño recorrido, presenciado en todo momento por centenares de turistas y residentes que observaban con curiosidad el transcurso de la batalla, se produjo en el Caló d'en Pellicer una segunda lucha. Ambos bandos volvieron a enfrentarse en una arduo combate, en el que sobre todo a lo más pequeños se les veía disfrutar al máximo. Son muchos los calvianers que toman parte en esta fiesta y que se reúnen en las colles que formarán los dos bandos. «Algunas colles del bando moro, como las de Al Murtada o la de Ali Oli, y del bando cristiano, como las de los Montcades o la de los Templaris (a la que pertenece Cosme Fernández, que daba vida a el rey Jaume I, y que comentó que lo que cuenta en esta celebración es la diversión, tanto de los participantes como del público, fueron un ejemplo de la larga lista de colles que participaron en la fiesta.

Ya en la playa grande de Santa Ponça, y antes del combate final, miembros de las colles participaron en el Ball dels Escamots. Momentos después dio comienzo la gran batalla final, en la que a pesar del ímpetu que mostraron las tropas sarracenas, la historia volvió a repetirse. Jaume I, al frente de los cristianos, logró un año más vencer a los moros y así unir el nuevo territorio conquistado a su reino.

Un año más, Santa Ponça volvió a revivir, con todo su esplendor, la historia que hace de las fiestas del núcleo calvianer uno de los acontecimientos del verano.

Mónica Martorell