El Govern evaluará regularmente la calidad de los servicios, incluida la atención sanitaria, que genera críticas.

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El Govern de centro izquierda que preside Francesc Antich acordó ayer impulsar un conjunto de medidas para tramitar con la mayor diligencia posible las quejas y propuestas de la ciudadanía.

Así lo anunciaron ayer la portavoz del Ejecutivo, Margarita Nájera, y el conseller de Presidència, Alberto Moragues, de quien depende la Direcció General de Qualitat dels Serveis y que desarrollará un plan de modernización de los servicios públicos que puso en marcha el primer Govern del Pacte de Progrés (1999-2003).

La generalización de la «ventanilla única» (gestión de la mayoría de trámites en un único departamento), el uso de sistemas on line y la publicación regular de «Cartas de Compromisos» que afectarán a los departamentos del Govern que más relación tienen con el público constituyen la base de este plan que vino acompañada ayer de una declaración explícita del Ejecutivo en el sentido de que todos los altos cargos «escucharán a la ciudadanía».

El nuevo operativo se desarrollará en varias fases e implica a todos los departamentos del Govern. Según el conseller de Presidència, «modernizar la Administración fue un «reto» que estableció el primer plan y que, al igual que con el segundo, se pretende «desarrollar una gestión eficaz y eficiente, más participativa a nivel interno y externo para garantizar al ciudadano que se resuelvan sus necesidades».

Esta modernización, en opinión del conseller, requiere como requisito «ineludible» un «cambio de cultura» en el seno de la Administración «liderado» por los altos cargos y un «cambio del rol protagonista del empleado público».

Tanto Moragues como Nájera loaron en su rueda de prensa el papel del funcionariado. En este sentido, destacaron que es el personal de la Administración el verdadero garante de los derechos de la ciudadanía.

El plan pasa por mimar al funcionariado y, en este sentido, prevé instrumentos para reconocer el buen trabajo de los empleados públicos y de las unidades y de los órganos de gestión.

Entre ellos se encuentran el «Premio de Buenas Prácticas Públicas» y, por otro lado, el «Premio de Sugerencias de los Empleados Públicos» a las iniciativas, sugerencias y soluciones que hagan llegar a sus superiores.

En este sentido, Nájera indicó que muchas veces son los propios funcionarios quienes se sientes desmotivados ya que sus propuestas, o bien no son escuchadas o, lo que es muy frecuente, «luego ven que otros se han apropiado de sus ideas».

El nuevo procedimiento para el control de calidad de los servicios, que parte del trabajo realizado estas semanas por Fernando Monar (director general de Qualitat dels Serveis) permitirá al Ejecutivo formarse una idea precisa de las reclamaciones de las ciudadanía (principalmente, según un sondeo previo, referidas a la atención sanitaria) y evaluar periódicamente el grado de funcionamiento de los servicios públicos y proponer medidas correctoras.

En su reunión de ayer, el Ejecutivo también aprobó algunos asuntos de trámite, como el nombramiento de los representantes del Ejecutivo en el Consorcio de Recursos Sociosanitarios y Asistenciales de Mallorca.

En la rueda de prensa posterior al Consell de Govern, Nájera aludió a IB3 y a su apuesta por la lengua catalana: dijo que se limitaba a desarrollar la Ley de Normalización Lingüística que está en vigor.