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GERMÀ VENTAYOL
La Cámara de Comercio tiene previsto plantear en la próxima reunión con el presidente de la Autoritat Portuària, Francesc Triay, la recuperación del muelle de La Riba como atraque de los cruceros turísticos que arriban al puerto de Palma.

El presidente de la Cámara, Joan Gual, considera que desde el punto de vista de la institución «es el momento del debate», refiriéndose a la reasignación del espacio disponible en la rada portuaria; la cual también afectaría a la descarga de mercancías.

La propuesta de la Cámara de Comercio pretende «introducir en Palma el tráfico más comercial», en alusión a los cruceros turísticos que cada año recalan en el puerto; uno de los más visitados del Mediterráneo occidental.

En este sentido, la iniciativa de la Cámara, que cuenta con el aval de un estudio técnico propio, se centra en la ampliación del Dique del Oeste; el cual se asignaría como único punto de descarga de mercancías, tanto en contenedores como vehículos. Para poder hacer realidad esta propuesta es imprescindible la prolongación del Dique, toda vez que debería poder albergar el parque de contenedores que existe en la actualidad en el muelle de La Riba.

Por otra parte, en la zona frontal a sa Llotja, en el paseo de Sagrera, la Cámara de Comercio considera que es el lugar idóneo para habilitarlo como atraque de megayates. El tráfico regular de pasajeros podría continuar en los muelles de Pelaires.

La nueva distribución de los puntos de atraque en el puerto de Palma lleva aparejada, en opinión del presidente de la Cámara «algunos inconvenientes que estamos dispuestos a estudiar».

Impacto visual
Gual no oculta que uno de los principales inconvenientes que tiene el traslado de los cruceros turísticos al muelle de La Riba «es el fuerte impacto visual que puede generar», toda vez que el enorme tamaño de los buques influirá en la tradicional perspectiva sobre la Catedral palmesana.

«Estamos dispuestos a hablar con todos, creo que es posible consensuar el tema», asegura Joan Gual, el cual no oculta que los beneficios que obtendría el centro de Palma con la llegada de los cruceristas supera, ampliamente, los posibles inconvenientes.

En la actualidad, el tráfico de cruceros turísticos en el puerto de Palma se concentra en el muelle de Pelaires y, en función del temaño, el Dique del Oeste.

Desde la Cámara de Comercio se entiende que la llegada de los miles de visitantes que cada año recalan en Palma por vía marítima no puede hacerse en un punto muy alejado del centro histórico de la ciudad y que, además, está desprovisto de servicios cuando existen alternativas para una mejor localización del atraque. Joan Gual quiere plantear la propuesta de la Cámara de Comercio en un próximo encuentro previsto con el presidente de la Autoritat Portuària, Francesc Triay, el cual tomó posesión de su cargo hace sólo unos días.