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Actualmente hay unos 700 coches abandonados en las calles de Palma. Esto se convierte en un auténtico quebradero de cabeza para muchos conductores que se afanan en buscar un lugar para aparcar y que se encuentran con el problema de que un coche inutilizado ocupa una valiosa plaza.

Así, día tras día podemos contemplar la desagradable imagen de automóviles abandonados en las calles, sucios y destrozados en algunos casos. Casi todos ellos con la pegatina de aviso colocada en su parabrisas. Esta pegatina, que se encargan de ponerla los operario del departamento de Movilidad del Ajuntament de Palma, avisa de la retirada del vehículo de la zona en un tiempo concreto.

El procedimiento actual para retirar un vehículo de la calzada es el siguiente. Primero un ciudadano denuncia la presencia de un coche abandonado en una calle determinada. Posteriormente, los operarios señalan el automóvil con la pegatina de aviso y esperan dos meses antes de retirarlo. Esta espera se debe a que en muchas ocasiones, los vecinos denunciaban el abandono del coche pero en realidad se trata de un vehículo aparcado en la vía por un largo tiempo, ya que su dueño esta de vacaciones, enfermo o a la espera del taller para realizar algún arreglo.

Tras pasar estos dos meses, si el dueño no ha dado señales de vida a Cort, la Policía Municipal u otro organismo, el departamento de Movilidad avisa a Emaya que es la que se encarga de retirarlo. Actualmente, la gran mayoría de autos que se retiran se trasladan a Son Toells. Si se puede localizar al propietario del vehículo, se le multa.

El nuevo consistorio, bajo la gestión de la alcaldesa socialista Aina Calvo, pretende realizar una nueva normativa que agilice y facilite este proceso de retirada. Además, también tiene previsto hacer una campaña informativa que mentalice a los ciudadanos de las molestias que ocasiona el abandono de los coches y utilicen las vías más lógicas y legales.