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«La decisión sobre Son Dureta será valiente y decidida, pensando mucho más en el bien para nuestras islas, que en las críticas que generará cualquier de las alternativas, valorando especialmente las necesidades de la población y que pueda estar acabada en el plazo de tiempo más breve posible».

Así lo afirmó ayer el conseller de Salut i Consum, Vicenç Thomás, en el acto de presentación de las líneas estratégicas de la Conselleria de Salut i Consum a la comunidad sanitaria, destacando que la construcción del nuevo hospital de referencia es una «prioridad» para el Govern, aunque puntualizó que «no será fácil» porque se tendrá que optar entre un proyecto del que «no hemos participado y que ha sido fuertemente contestado por su impacto, su coste y su demora que ha implicado», en alusión a Son Espases, y una reconstrucción del actual Son Dureta, «más sostenible, pero con inconvenientes que se han ido incrementando con el paso del tiempo».

Por otra parte Thomás afirmó que las prioridades de la Conselleria de Salut serán la atención a los ciudadanos, que «tiene que ser ágil, rápida, eficaz y cómoda» y a los profesionales sanitarios.

En este sentido el conseller matizó que piensan dar un fuerte impulso a la Atención Primaria, con más recursos y equipamientos, la construcción de nuevos centros de salud y el desarrollo de un plan de mejora permanente de los mismos y que se intentará reducir a 1.500 (actualmente atienden una media de 1.900) los pacientes por médico.

También manifestó que es necesario que el Govern acuerde con la Universitat de les Illes Balears (UIB) la creación durante esta legislatura de una facultad de Medicina.

«Un facultad bien dotada, de calidad, para contribuir a fomar a los médicos necesarios para paliar el déficit de profesionales que padecemos», apostilló.