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El incremento de las agresiones contra el personal sanitario de las Islas ha hecho que muchos trabajadores de la sanidad pública se hayan interesado en participar en los cursos sobre contención a pacientes agresivos o de psiquiatría coordinados por Jaume Mestre Porcel y costeados por el Servei de Salut de les Illes (IB-Salut), contratados a través de las áreas de docencia de los hospitales.

«Con los cursos sobre contención a pacientes agresivos o de psiquiatría, se trata de que antes hacían falta hasta diez personas para contener a un paciente, y siempre acababan haciéndose daño a ellos mismos o al paciente, y con estos cursos con grupos de cinco personas se pueden contener a un paciente bastante alterado», explica Mestre.

Estos cursos, que cuentan con una parte teórica impartida por una enfermera y una práctica a cargo de Mestre -policía local, cinturón negro e instructor de técnicas policiales-, fueron diseñados hace tres años «a petición de un centro de psiquiatría», especifica Mestre y «la diferencia con otros cursos radica en que antes eran muy teóricos y ahora la parte práctica es mucho más importante», además en los cursos se introduce el factor de estrés «algo muy importante a tener en cuenta a la hora de hacer frente a un paciente agresivo», especifica. De momento ya se han llevado a cabo 20 cursos, de 6 a 10 horas de duración cada uno, y en los que han participado una media de 10 a 20 personas por curso.

«Practicamos simulaciones de contención de un paciente, primero se practican las tácticas de abordaje al paciente y después trabajamos en grupo intentando contener a uno de los instructores que hace de paciente agresivo», especifica Mestre.

Con el incremento de las agresiones a profesionales sanitarios Mestre reconoce que «ahora ya nos están solicitando cursos de autoprotección hospitalaria para personal sanitario».

Mestre añade que «tenemos mucha demanda, ya nos han pedido hacer estos cursos en hospitales de la Península, al ser nuestro programa pionero en todo el Estado», dice y apunta «no se trata de crear máquinas de matar, sino de guardar la integridad del personal sanitario y del paciente, para evitar problemas».