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La fiesta de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo fue celebrada ayer con gran solemnidad en la iglesia de la Anunciación (La Sang), que contó durante todo el día con una masiva asistencia de fieles y devotos.

El prior, Jaume Rovira, explicó que «la devoción por la venerada imagen sigue intacta. Durante el triduo, que predicó el reverendo Antoni Gómez, vino mucha gente que trajo sus cirios y colmó de flores el pedestal de la imagen que bajamos el pasado jueves desde su camarín hasta la primera grada del presbiterio. Estos días el Sant Crist ha estado en permanente custodiado en distintos turnos por parte de sus cofrades sobreposats y los prohoms.Por la mañana hemos celebrado tres misas, y todas ellas muy participadas».

La solemne eucaristía, acto central de la fiesta, se celebró a las siete y media de la tarde, aunque con bastante antelación, fieles de todas las edades ya ocupaban sus bancos para no perdérselo.

En un lugar destacado junto al altar mayor asistió Miquel Nadal, vicepresidente en funciones del Consell de Mallorca, representante de esta institución tan vinculada con la venerada imagen y el presidente de la Asociación de Cofradias de Semana Santa de Palma, Rafel Pericás, junto a los miembros de la junta, presidentes de cofradías y de los prohoms i sobreposats.

El obispo de Mallorca, Jesús Murgui a su llegada al templo veneró la imagen del Santo Cristo. A continuación presidió la misa solemne concelebrada, junto al prior, Jaume Rovira,y los sacerdotes Miquel Sastre, Juan Torrens, Francisco Betti, Francisco Cobo, Antoni Gómez, Juan Servera, Llorenç Lladó y Rafael Prohens.

Los cánticos corrieron a cargo de la coral Antics Blavets de Lluc, dirigido por Vicenç Joan Rubí, que interpretaron la Missa mallorquina y el Salmo Tot me vaig alegrar del maestro Miquel Capllonch.

Acabada la misa el obispo Jesús Murgui, el clero, y Miquel Nadal fueron los primeros en pasar a venerar la imagen del Sant Crist, seguidos de una gran multitud de fieles.