Según estas entidades, la Conselleria comunicó que el Defensor del Pueblo había archivado las quejas por las obras del gasoducto en el tramo terrestre comprendido entre Sant Joan de Déu y cas Tresorer, realizadas por GESA-Endesa y paralizadas por el propio departamento autonómico y el Ajuntament de Palma.
Sin embargo, un portavoz de las entidades afirma que «con fecha de salida del 25 de mayo, el Defensor del Pueblo nos ha remitido un escrito en el que nos comunica que da su conformidad a las actuaciones realizadas por las diferentes Administraciones, entendiendo que las obras se han paralizado. No obstante, nos da un plazo de un mes para que formulemos alegaciones y recuerda que faltan los expedientes municipales, particularmente el sancionador».
En opinión de las organizaciones denunciantes, «las obras fueron paralizadas en su momento, pero se han continuado con una tubería de polietileno entre el Restaurante Pequeño Mundo y Sant Joan de Déu. Ni siquiera es de acero, como establece el proyecto de gasoducto. El tramo entre Pequeño Mundo y la central de cas Tresorer sí es de acero».
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