Francina Armengol y otros dirigentes socialistas, en una reunión de la ejecutiva.

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NEKANE DOMBLÀS
Las negociaciones entre los partidos de izquierda y UM quedaron ayer estancadas por la doble disconformidad con el PSOE manifestada tanto por el Bloc como por el partido que preside Maria Antònia Munar. Ambas formaciones políticas no están de acuerdo con lo que consideran 'cicatería' de los socialistas a la hora de diseñar las áreas de gestión del nuevo Govern balear. Con el programa de gobierno prácticamente cerrado, las negociaciones se centran en estos momentos en las áreas de responsabilidad que gestionará cada una de las formaciones políticas. Según ha podido saber este periódico, el PSOE está dispuesto a ofrecer dos conselleries a cada uno de sus socios, pero la reclamación de nacionalistas de UM y de miembros de la coalición del Bloc pasa por conseguir al menos tres departamentos.

Las negociaciones se cerraron ayer sin acuerdo y quedaron estancadas por la oferta del PSOE. Según el nuevo panorama, UM podría gestionar los departamentos de Medi Ambient y una nueva área, equivalente a una conselleria de presidencia, que agruparía las competencias de Cultura, Esports, Joventut y Normalització Lingüística. Este dibujo del Govern choca, sin embargo, con las pretensiones del Bloc de izquierdas. La coalición quiere gestionar Medi Ambient, además de una conselleria que integraría Comerç, Indústria y Treball. También han pedido gestionar Cultura y Educació.

«Ya se ven de presidentes y así no se puede negociar», fue el comentario de una de las fuentes de UM consultadas por este periódico. En el Bloc, el malestar es equivalente al de UM. Consideran que el PSOE debe tener en cuenta que sus votos son tan importantes como los de los nacionalistas para que Francesc Antich y Francina Armengol se conviertan en presidentes del Govern y del Consell.