La alcaldesa de Palma en funciones, la popular Catalina Cirer, presidió ayer el último pleno del presente mandato, que concluye mañana viernes. La sesión, de trámite, duró apenas veinticinco minutos y se desarrolló en un tono distendido.
Una vez acabado el pleno, Cirer se despidió personalmente de cada uno de los ediles de la oposición, en primer lugar de quien ha sido el líder de la oposición y portavoz del PSOE en los dos últimos mandatos, Antoni Roig, y a continuación del resto de regidores del PSOE, así como también de los ediles de EU-EV y del PSM, ya que de todos ellos sólo dos continuarán como regidores tras la toma de posesión del sábado, la socialista Cristina Ferrer y erojiverde Eberhard Grosske.
Tras la sesión plenaria de ayer, Cirer atendió a los numerosos medios de comunicación desplazados hasta el Ajuntament. Preguntada sobre qué piensa que ocurrirá el próximo sábado, en la constitución del nuevo Consistorio, y sobre qué decisión tomará ella personalmente en función de los posibles pactos que puedan tener lugar, la alcaldesa en funciones afirmó: «Me mantengo en cada una de las declaraciones que he hecho».
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