Maria Antónia Munar y Miquel Nadal celebran el triunfo de su partido en la noche electoral.

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N. DOMBLAS/J. MESTRE/J. TORRES BLASCO
La clave de los futuros pactos está en Palma. La decisión sobre quién será el futuro alcalde de la capital balear es la principal cuestión que abordan ahora los partidos políticos. Miquel Nadal o Aina Calvo. Esas son las opciones. La militancia de Palma de UM considera que Miquel Nadal debe ser alcalde dado que los resultados de los nacionalistas en la capital han permitido afianzar los tres consellers en el Consell de Mallorca y, sobre todo, evitar que Jaume Matas se hiciera con el diputado número 17 en Mallorca, lo que le hubiera dado la mayoría absoluta en el Parlament. La posibilidad de exigir la Alcaldía de Palma sólo podría darse en un eventual pacto con el PP ya que tanto el PSOE como el Bloc, con Eberhard Grosske en cabeza, ya han dicho que en ningún caso permitirán que Nadal sea alcalde. Con el PP el acuerdo parece más fácil y en este caso la gran sacrificada sería Catalina Cirer, quien abandonará el Ajuntament de Palma con toda probabilidad. Quienes apoyan a Nadal sostienen además que el acuerdo con el PP en las demás instituciones sería más fácil que un acuerdo tipo Pacte de Progrés, donde los problemas de entendimiento entre los partidos están garantizados.

Sin embargo, la visión que se tiene desde las bases de Palma no es compartida por militantes de los municipios y por parte de la dirección de los nacionalistas, que consideran que debe apostarse por un gran acuerdo con los partidos de izquierda. Quienes defienden esta teoría creen que hay que castigar al PP por los constantes ataques recibidos durante estos cuatro años pero, especialmente durante la campaña electoral. Afirman, además, que los pactos con el PP perjudican a los nacionalistas, que apenas han obtenido réditos electorales ni en el Consell de Mallorca, donde han aumentado muy pocos votos, ni en la lista al Parlament, donde incluso han perdido apoyo de los electores. Creen que ha llegado el momento de dejar al PP en la oposición en todas las instituciones de las Islas, algo que no ha sucedido en toda la historia de la Comunitat. En este caso, lo que proponen es negociar con la izquierda para llegar a acuerdos en todas las instituciones, lo que significa que el gran sacrificado en este caso sería Miquel Nadal. Cualquier acuerdo con el PSOE pasa que Aina Calvo sea la alcaldesa de Palma. En UM no hablan de cargos, pero en este eventual acuerdo con la izquierda el Govern quedaría en manos de Francesc Antich y el Consell seguiría en poder de Unió Mallorquina, aunque es más que probable que Munar no sea la presidenta. La mayor parte de la militancia de los nacionalistas estaría por el pacto con la izquierda, según confiesan en privado dirigentes de la formación nacionalistas.

Estos son los dos escenarios principales que manejan en la sede de UM, pero no son los únicos. En caso de que Palma complique el acuerdo y dado que es la primera institución que tiene que configurarse, tampoco se descarta que Catalina Cirer sea elegida al alcaldesa por mayoría simple ya que cada uno de los candidatos se votaría a sí mismo. Ello deja abierta la posibilidad tanto a un acuerdo posterior PP-UM como a un acuerdo entre UM y los partidos de izquierda para tratar de gobernar el Consell y el Govern. De todas formas, también hay dirigentes del PP que se niegan a pactar con UM, lo que indirectamente obligaría a los nacionalistas a llegar a un acuerdo en bloque con los partidos de izquierda. Hay representantes del PP que prefieren quedarse en la oposición antes que ceder de nuevo parcelas de poder a los representantes nacionalistas, visión que no comparte Jaume Matas.