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GABRIEL ALOMAR
El puerto de Palma fue ayer escenario de la ceremonia de relevo en el Mando de la Fuerza Anfibia Hispano-Italiana, presidida por el almirante de la flota española Fernando Armada Vadillo y el comandante jefe de las Fuerzas Navales italianas, almirante Giuseppe Lertora, ante los buques Galicia y San Giorgio.

El acto militar comenzó a las 11.15 con la presencia de las fuerzas participantes en sus puestos de formación y para cubrir candeleros a bordo de los buques. A continuación, tras la llegada de las autoridades civiles y militares, entre ellas el delegado del Gobierno, Ramón Socías; el vicecónsul italiano, Carlo Montaldo; el delegado del Ministerio de Defensa, general Cristobal Sbert; la teniente de alcalde del Ajuntament, Francisca Bennassar; El fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Balears, Tomeu Barceló; el capitán marítimo, José Escalas y el jefe superior de Policía Nacional, Tomeu Campaner, junto a los jefes militares de Tierra, Armada y Aire, se incorporaron desde los buques las banderas nacionales de España e Italia, con la interpretación de ambos himnos. Seguidamente, se dio lectura a los nombramientos de la fuerza aliada y de la fuerza de desembarco. El componente naval de la Fuerza Anfibia Hispano-Italiana, hasta ahora al mando del comandante del Grupo de Proyección de la Flota española, contralmirante Santiago Bolívar, fue relevado por el comandante del Grupo Naval Italiano, contralmirante Emilio Folzer. La fuerza de desembarco, bajo el mando del general de brigada de Infantería de Marina, Jesús Díaz del Río Español, por su parte, fue relevado por el contralmirante Claudio Confessore.

La Siaf (Spanish Italian Amphibious Force) nació el 19 de septiembre de 1997 tras la firma del documento constituyente en Bolonia (Italia) y se activó de forma oficial el 23 de noviembre de 1998 en Barcelona. Su objetivo es concurrir de manera unificada y complementaria a las fuerzas multinacionales a las que España e Italia contribuyen para la seguridad colectiva de la comunidad internacional. Constituida por un componente naval y de Infantería de Marina, posee un doble cometido: en primer lugar, las operaciones de embarque, protección y movimiento hacia el objetivo anfibio, desembarco de la fuerza y apoyo en tierra. En segundo lugar, es la responsable de las operaciones en tierra, se dimensiona según la misión y puede alcanzar el nivel de una Brigada de Infantería de Marina, con su propio puesto de mando, cuatro Batallones de desembarco como elementos de apoyo de combate, anticarro y antiaéreos, unidad de reconocimiento, zapadores, vehículos de asalto anfibio y unidad de apoyo logístico.

Según indicaron el almirante italiano Giuseppe Lertora y al almirante español Fernando Armada, a bordo del buque San Giorgio,se prevé la ampliación de esta fuerza aliada a otros dos países, Portugal y Grecia. Asimismo, su actividad se repartirá en su participación dentro del contexto de la Alianza Atlántica, entre enero y junio de 2008 y de la Unión Europea, de enero a junio de 2009. Su función, además de la resolución y gestión de crisis, con teatros de operaciones como el Líbano, y en aras de la seguridad colectiva de la comunidad internacional, está destinada también a asistir a la población civil en caso de desastres naturales, como huracanes o maremotos. La responsabildad del mando es asignada de manera rotatoria, cada dos años, a cada nación.