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N.D/R.C/J.M.
El voto por correo enturbió el fin de la campaña electoral. Pese a la polémica, la Junta Electoral ordenó ayer el archivo de la petición de suspensión cautelar del voto por correo ante las sospechas de fraude en este sufragio. La Junta Electoral se ha declarado incompetente para adoptar una resolución al respecto. UM pidió ayer la anulación del voto por correo, el Bloc solicitó que se suspenda cautelarmente la incorporación ordinaria del voto por correo a las mesas electorales. Y el PP reclama que sea la Fiscalía la que decida qué debe hacerse en un proceso marcado por la polémica. Los socialistas anunciaron ayer que estudian la impugnación de todo el voto emitido por correo, cuyas peticiones han aumentado un 58 por ciento con respecto a 2003. Tanto Francina Armengol como Cosme Bonet expresaron el «miedo» a que todo el proceso electoral no sea limpio. La candidata de los socialistas al Consell aseguró que, en caso de que no se pueda impugnar todos los votos, estarán muy atentos durante toda la jornada electoral y sí impugnarán aquellas mesas en las que haya sospechas claras de irregularidades.

Armengol pidió «a todos los mallorquines decentes» que acudan masivamente a votar mañana para evitar que se produzcan situaciones irregulares como las que se están viendo con el voto por correo. La candidata del PSOE anunció además que analizarán todo el censo caso por caso ante la sospecha de se están produciendo irregularidades en la inscripción de ciudadanos argentinos en el censo. Denunció el espectacular aumento de voto de los emigrantes en municipios como Felanitx, muy vinculados a la consellera d'Inmigració, Encarnación Pastor. Allí hay tres extranjeros domiciliados en la Oficina de Turismo del Govern. Al anuncio de la posible impugnación del voto por correo por parte del PSOE se suma la petición de UM de que se anulen todos los votos por correo como medida preventiva. El partido que preside Maria Antònia Munar envió ayer un comunicado en el que denuncia que varias personas que se han identificado como miembros del PP «están coaccionando a los electores y haciendo operaciones fraudulentas para comprar el voto de los ciudadanos en favor del PP». El comunicado añade que han recibido informaciones del posible pago de hasta 240 euros por voto «e incluso hay informaciones que dicen que el pago por un voto por correo era un jamón». En el mitin de fin de campaña, Munar se refirió al asunto de los votos por correo. «Nosotros somos honestos, no como los del PP. Dicen mentiras y nos calumnian cada día. UM ha sufrido los mayores ataques desde el PP», lamentó Munar.

Una postura intermedia entre la mantenida por el PSOE y UM fue la del Bloc. Ante las noticias de posible compra de votos, la formación de izquierdas pide que se deje en suspenso el recuento del voto por correo hasta que se resuelva el asunto judicialmente. Consideran que incorporar los votos bajo sospecha en el escrutinio de las mesas podría producir un resultado «irreversible» en caso de que los tribunales declaren después la nulidad de todos estos votos por la posible existencia de un delito electoral. El portavoz del Govern, Joan Flaquer, consideró ayer «gravísimo» que se hayan podido comprar votos por parte de Unió Mlalorquina y remarcó que si se confirmaran los hechos «desnaturalizarían el proceso del voto por correo».