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La teniente de alcalde de Medi Ambient y presidenta de Emaya, la popular Catalina Terrassa, dio a conocer ayer que a principios del próximo año concluirán las obras de construcción de dos colectores subterráneos de intercepción, iniciadas hace unos dos años.

El primer colector, que partirá desde la depuradora de Esporles y llegará hasta la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR 2), en es Coll den Rabassa, tendrá como objetivo principal recoger las aguas residuales de Esporles, Bunyola y Palmanyola y trasladarlas a la EDAR 2, y, al mismo tiempo, asegurarse antes la posibilidad de que no puedan producirse vertidos en la Font de la Vila y en la Síquia den Baster.

El segundo colector posibilitará, por su parte, que las aguas residuales de Palma que hasta ahora eran desplazadas a través del Passeig Marítim antes de su entrada en la EDAR 2 puedan seguir otro camino. Terrassa indicó que el presupuesto de ejecución de ambas obras es de unos siete millones de euros, a la vez que recordó que se han podido financiar gracias al canon de saneamiento de la Conselleria de Medi Ambient del Govern balear.

En estos momentos, una fase de las obras se está llevando a cabo en Son Fuster Nou, tras la celebración de la Fira des Ram, ya que el objetivo de la empresa municipal es que estos trabajos molesten lo menos posible a los habitantes de las zonas afectadas. Las obras en Son Fuster Nou acabarán en las próximas semanas.

Por otro lado, Terrassa señaló que continúan los trabajos para incrementar los niveles de tratamiento del agua depurada que llega de la EDAR 2. En este sentido, señaló que una vez que estén finalizadas las obras, la EDAR 2 pasará de tratar 20.000 metros cúbicos de agua en terciario al día a 45.000 metros cúbicos, «con lo que prácticamente se asegurará que Palma en unos pocos meses pueda utilizar toda el agua depurada en terciario», para, por ejemplo, el riego de calles, parques, jardines y campos de golf, para el Cos de Bombers y para el campo.