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El precio de la vivienda se incrementó un 9 por ciento en Balears durante el primer trimestre del año, por encima de la media española (7,2 por ciento), aunque se trata de la menor tasa interanual registrada en las Islas desde 2003, según datos difundidos ayer por el Ministerio de la Vivienda. El valor del metro cuadro se situó en 2.311,7 euros.

Según destaca el responsable de Economía de la Confederació d'Associacions Empresarials de Balears, CAEB, Vicenç Tur, este crecimiento de los precios inmobiliarios, todavía considerable, confirma una desaceleración paulatina que puede atribuirse a las sucesivas subidas de tipos de interés aplicadas por en Banco Central Europeo (BCE) y el consiguiente encarecimiento de las hipotecas.

Este endurecimiento de la financiación y los elevados precios están, de hecho, produciendo un estancamiento de las operaciones de compra venta de pisos en las Islas. En concreto, el número de transacciones inmobiliarias contabilizadas en Balears descendió un 7,2 por ciento en el tercer trimestre del año pasado, según datos del Ministerio de la Vivienda.

Esta mayor atonía del mercado ha sido confirmada por promotores y vendedores de pisos en el archipiélago, que afirman que se está produciendo una ralentización y ampliación de los plazos de venta de los pisos.

Cabe destacar, además, que el BCE alertó en su último boletín que su política en materia de tipos de interés sigue siendo «acomodativa» y de que «actuará con firmeza en el momento oportuno», por lo que los expertos consdieran probables nuevas subidas del precio del dinero.

Más que la media
De acuerdo con los datos difundidos por el Ministerio de la Vivienda, el encarecimiento registrado en Balears es el mayor de España, sólo superado por Ceuta y Melilla (13,2 por ciento), Galicia (12,2 por ciento) y Murcia (9,3 por ciento).

Según han señalado promotores inmobiliarios de Balears, las mayores subidas de precios se producen en comunidades autónomas con menores valores de partida, excepto en el caso de Balears.

El aumento de precios en comunidades caras como Madrid o País Vasco, se han reducido a niveles del 4,6 por ciento o del 5,6 por ciento, respectivamente.