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J.J.SERRA
El Consell acogió ayer la presentación del libro «Bernhard Schmidt (1879-1935) y el telescopio que revolucionó la astronomía», obra de Erik Schmidt, sobrino de Bernhard y residente en Mallorca desde hace 50 años.

Bernhard Schmidt inventó en 1928 el diseño más destacable de telescopio de campo, el telescopio Schmidt. Éste revolucionó pronto el curso de la astronomía permitiendo realizar, por primera vez, la cartografía completa de los objetos débiles del cielo septentrional desde el observatorio de Mount Palomar (Estados Unidos), al que siguieron observatorios europeos y australianos.

El nuevo concepto de Schmidt abrió el camino hacia muchas variedades de diseño óptico para telescopios o cámaras espectográficas. Su diseño ha sido considerado, con creces, como el mayor descubrimiento entre todos los tipos de telescopios desarrollados en el siglo XX.

A la presentación del libro, el primero escrito por un estonio como Erik Schmidt traducido al catalán -también hay edición en castellano-, asistieron Maria Antònia Munar, presidenta del Consell; Salvador Sánchez, director del Observatori Astronòmic de Mallorca (OAM); Lleonard Muntaner, editor; Joan Guarro, del OAM; y Carlos Huertos, de Sa Nostra.

Sánchez comparó las aportaciones de Schmidt a la astronomía con las de Galileo y Newton, y comentó que el diseño de telescopio del óptico e investigador estonio ha servido tanto para los observatorios más grandes del mundo como para los telescopios más asequibles y comerciales, «por lo que gracias a Schmidt cualquiera puede acercarse al universo».