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En diciembre de 2005 las islas Balears alcanzaron la mayor tasa de litigiosidad entre todas las Comunidades de España y al mismo tiempo descendieron del tercer al cuarto mejor puesto teórico en lo que atañe a proporción entre población censada y número de jueces por habitante. La consecuencia obvia, según el Tribunal Superiorbalear, es que hacen falta ocho nuevas oficinas judiciales, seis en Palma y dos de jurisdicción en todo el archipiélago.

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB), Antonio Terrasa, elevó ayer al Parlament la Memoria 2006 sobre «Estado, funcionamiento y actividades de la Administración de Justicia», en el que consta que en la pasada anualidad, a cuyo inicio había 56.942 asuntos judiciales pendientes, se sumaron otros 211.840 durante el año y se resolvieron 200.601, quedando pendientes 68.412.

Según Terrasa, «la evolución se muestra ahora claramente desfavorable en tanto aumenta la tendencia a acumular asuntos pendientes, pues aunque el esfuerzo resolutorio aumenta pese a las actuales proporciones entre número de asuntos y número de jueces, en 2006 los Juzgados hubieron de conocer 10.000 casos más que en 2005».

Las necesidades «preocupantes y crónicas» de oficinas judiciales en Balears son, para el TSJB, seis nuevos Juzgados de Instancia en Palma, un segundo Juzgado de lo Mercantil (de competencia sobre toda la Comunidad) y un Juzgado Penal más en Palma, que pueda librar ejecutorias de sentencias, pues hay riesgo de que prescriban por agotamiento de plazo algunas de carácter leve.

Para Terrasa, «es evidente que los cálculos sobre población censada en Balears distan mucho de casar con la realidad, porque no se tienen en cuenta factores -población flotante, inmigración- que inciden en la litigiosidad de manera tan efectiva como exenta de contabilización».