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El candidato socialista a la presidencia del Govern, Francesc Antich, se comprometió ayer a sacar al mercado 20.000 viviendas protegidas, de nueva construcción o rehabilitadas, y a desarrollar un plan estratégico que ya tiene presupuesto: 600 millones de euros entre 2008 y 2014.

Acompañado de Jaume Carbonero, que previsiblemente será conseller de Vivienda y Obras Públicas si gobierna el PSOE, Antich anunció tres leyes que remitirá de forma inmediata al Parlament: Ley del Suelo, Ley de Vivienda y Ley de Barrios.

El anuncio lo hicieron ante representantes de la empresa, los sindicatos, la banca y los colectivos vecinales ante quienes el candidato Antich comunicó su deseo de promover un «gran pacto» entre la Administración y la iniciativa privada fin de reducir el esfuerzo que tienen que hacer las familias para comprar un piso que, según recalcó, no debería exceder el 30 por ciento de sus ingresos.

Antich abogó por la rehabilitación y por incentivar la salida al mercado de pisos deshabitados. Pero rechazó expresamente expropiaciones o sanciones. Antich y Carbonero explicaron que la ejecución y habilitación de las 20.000 viviendas que el PSIB promete está encuadrada en un amplio plan estratégico, que plantea poner reservas de suelo a disposición de los promotores públicos y privados para la edificación de pisos, mediante convenios con ayuntamientos y consells y aprovechamientos urbanísticos.

El partido socialista reservará, además, un mínimo del 30 por ciento de la edificabilidad residencial total para vivienda protegida en las actuaciones en suelo urbanizable y urbano. El PSOE pondrá también el acento en la ampliación del parque de viviendas destinadas al alquiler, mediante la construcción de nuevas promociones, la adquisición de edificios viejos para su rehabilitación y la incentivación del arrendamiento.

También anunció Antich la rehabilitación integral de 15 barriadas, continuando la labor del Ejecutivo que presidió entre 1999 y 2003.