TW
0

Aída se llama la chica, que desde la madrugada del pasado sábado se ha convertido en Supermosdelo Tito's 2007. Es Piscis, está soltera -mantuvo una relación de tres años con un chico, pero lo dejaron- y no tiene ningún compromiso con nadie. Es modelo -o al menos ha desfilado y posado como tal desde que era niña- y se prepara para ser azafata. «Hablo francés y voy a clases de inglés, que hablo, pero no con la fluidez que se precisa. ¿Que por qué no he estudiado una carrera? Siempre tuve muy claro que no quería estudiar, mi ilusión es ser modelo y azafata». Se le ve una chica que sabe lo que quiere, «y que si consigo algo como modelo, será porque valgo, no por hacer un favor a nadie. Es más, estaría dispuesta a plantar a aquel que me hiciera cualquier proposición indecente a cambio de ofrecerme un buen trabajo. Si soy algo, será porque lo merezco, no por otra cosa».

No tiene nada en contra de los novios, pero considera que una chica que pretenda ser modelo mejor que esté libre, sin novio. Le planteamos que diría si le propusieran hacer un desnudo en una revista importante, «sin otra finalidad que de promocionarte», matizamos. «Si el desnudo está bien hecho, con calidad, y la revista es importante y yo a eso le podía sacar provecho, ¿por qué no?». A raíz de que la otra noche en Tito's se proclamara Supermodelo le han llamado desde muchos sitios ofreciéndole trabajo. «Me ha ido muy bien, pero reconozco que una modelo que quiere hacer algo debe de salir de Mallorca. Aquí el campo es muy reducido». ¿Probaría en Supermodelo, el programa de la Cuatro? «Tal vez sí. Si sale la ocasión, por mí encantada».

Dice que conoce a Malena, la sexta clasificada en el consurso Supermodelo del citado canal. «Lo hace muy bien. Creo que ella y yo nos parecemos desfilando y posando». Todo lo que Aída tiene en su casi uno ochenta de cuerpo es suyo. Quiero decir que no está operada, «ni tampoco entiendo como chicas de mi edad se operan. ¡Hombre...! Qué duda cabe que si una mujer, llegando a una edad, ve que necesita hacerse un retoque en la cara o en los pechos... Pues muy bien. Me parece muy bien que se lo haga. Pero no a los 18 ó 20 años, como hacen algunas».

Pedro Prieto