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Cada año son más las personas que se suman al Vía Crucis organizado por la parroquia de Santa Catalina Thomàs, y que tiene lugar en los jardines de la residencia de las Hermanitas de los Pobres, un escenario idóneo cuando el tiempo acompaña. En esta edición, más de 300 personas tomaron parte en el rezo.

Miembros de diversos grupos parroquiales portaban la cruz, así como las antorchas. Los asistentes llevaban también pequeñas velas para conseguir una atmósfera de recogimiento que acompañara sus rezos.

La parroquia de Santa Catalina Thomàs es una de las más dinámicas y numerosas de Palma y dieron buena muestra de ello las agrupaciones parroquiales que colaboraron con el rector de la misma, Ramón Lladó, en la celebración del acto.

Finalizado el recorrido por las estaciones del Vía Crucis, se celebró una pequeña oración en la capilla de la residencia de las Hermanitas de los Pobres, que estuvo dirigida por Ramón Lladó, en la que se pidió especialmente por la Iglesia y por la humanidad.