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JOAN J. SERRA
La Obra Cultural Balear (OCB) hizo llegar ayer a Palma la campaña Sus Mallorca con un acto reivindicativo y festivo en la plaza Alexander Fleming, bajo la denominación Sus Palma.

El texto señaló que «en la Palma actual tienen preferencia los coches sobre los peatones y los ciclistas; los grandes centros recreativos y de ocio sobre las pequeñas tiendas y cafés. No se potencia como se debería el transporte público. En lo lingüístico, los autobuses sólo informan en castellano, se degradan unos premios literarios a la categoría de certamen provinciano y se intenta ocultar nuestra identidad colectiva».

Sus Mallorca es una campaña en favor de la lengua catalana y el autogobierno que ha ido recorriendo diversos municipios de la Isla, recalando ayer en el Eixample de Palma. El Sus Palma fue organizado por la OCB y numerosas organizaciones y entidades cívicas, calentando motores para la gran movilización en favor de la lengua y el autogobierno que se celebrará el próximo mes de mayo en la capital balear.

El acto de ayer, en el que participaron centenares de personas a lo largo de la tarde y la noche, se inició con actividades simultáneas dirigidas a los jóvenes (torneo de baloncesto, batucada con el grupo Alegre Rebel·lia) y las familias (taller de elaboración de crespells, la actuación del grupo de animación infantil Cucorba, coreografías escolares y merienda solidaria). Se proyectaron audiovisuales y Rosa Bueno, presidenta de la Federació d'Associacions de Veïns de Palma, leyó el manifiesto del Sus Mallorca y Sus Palma.

El manifiesto, titulado «Recuperem Palma», ensalzó el patrimonio y cultural del municipio, pero a la vez lamentó que esté siendo «el telón de fondo de un proyecto económico y político enfrentado a la ciudadanía».

Rosa Bueno enumeró algunas de las actuaciones que, durante la legislatura que está apunto de finalizar, «han acelerado la destrucción de nuestros referentes ciudadanos: un centro comercial y de ocio en ses Fontanelles, el área de mayor biodiversidad del municipio y la tercera zona húmeda más importante de Mallorca; los intentos de desprotección del edificio de GESA; la destrucción del Pont des Tren y del barrio de sa Gerreria, con sus calles medievales de origen goticomusulmán; un Parc de ses Estacions que no es un parque; una calle Jacint Verdaguer que trasladará los atascos de coches al centro de Palma; una Falca Verda que no es verde; y un monasterio de La Real que dejaremos de ver porque se construye un hospital nuevo para no reformar Son Dureta».

El manifiesto leído por Bueno también se refirió a que el proyecto actual de Palma «es el de una ciudad gris, liquida efora vila y se carga los pueblos del municipio con carreteras y polígonos en Son Sardina, sa Garriga, Son Ferriol, Sant Jordi, la Casa Blanca...».

Tras la lectura del manifiesto, se inició una ballada popular con la actuación del grupo Al-Mayurka y los presentes se dispusieron a cenar a base de pa amb oli. Posteriormente se interpretó el himno de «Sus Mallorca» y la fiesta concluyó con un concierto del grupo de rock Oprimits.

Los representantes de las entidades participantes expresaron su disposición a mejorar la ciudad y a colaborar con el próximo consistorio.