Eugenio Hidalgo, junto a su abogado Rafael Perera. Foto: TERESA AYUGA

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PATRICIO CANDIA/JAVIER JIMÉNEZ
Los dos principales imputados en el «caso Andratx» Eugenio Hidalgo y Jaume Gibert quedaron ayer en libertad 9 días antes del plazo fijado por la Sección Segunda de la Audiencia de Palma debido a que ya no hay riesgo de que destruyan pruebas, de fuga y influyan en testigos. Por esas tres razones, el fiscal Anticorrupción de Balears, Juan Carrau, recurrió la libertad con fianza del ex alcalde de Andratx y el celador decretada, en un principio, por el juez instructor de la causa, Àlvaro Latorre. Ambos imputados permanecieron un total de 50 días en la cárcel de Palma, 9 menos del plazo inicial fijado por la Audiencia que concluía el próximo 31 de marzo.

El juez firmó el auto de libertad provisional, sin fianza, poco después de tomar declaración durante tres horas en calidad de imputado al arquitecto Miguel Arenas Gou. El auto ordena a Hidalgo y Gibert que se presenten cada quince días en el juzgado y, además, les prohíbe abandonar el país. El ex alcalde y el celador abandonaron la prisión poco después de las 19.15 horas, tras realizar los trámites de rigor. El abogado de Hidalgo, Rafael Perera, había llegado a la cárcel alrededor de las 17.00 horas, pero tuvo que esperar a que funcionarios del Juzgado de Instrucción 12, que investiga la «operación Voramar», presentaran el auto del juez a las autoridades del recinto penitenciario. Hidalgo y Gibert se negaron a realizar declaraciones a la salida de la cárcel.

Por otra parte, el arquitecto Miguel Arenas Gou, supuesto socio de Hidalgo en varias operaciones inmobiliarias, quedó en libertad con cargos ayer tras prestar declaración ante el juez y el fiscal. Arenas, su esposa e hijo, aparecen en varias empresas vinculadas, al parecer, a la trama de corrupción urbanística en Andratx, como Sandborg Balear, Langeland Sl y Soltoft Balear SL. El miércoles efectivos de la Guardia Civil procedieron a la detención del arquitecto, cuyo nombre ya apareció relacionado con Hidalgo y Gibert en los primeros días de la investigación del Caso Andratx. De hecho, los investigadores registraron hace meses su despacho y lo imputaron. Durante su declaración del miércoles, Arenas reconoció esa relación laboral privada con Hidalgo y Gibert, y las preguntas de la Policía judicial giraron en torno a una promoción que construyó en la calle s'Almudaina. En esas viviendas de nueva construcción se podían alzar tres alturas, pero Arenas añadió una cuarta planta. La licencia la facilitó el ex alcalde de Andratx y la inspección la realizó el celador Gibert. Los beneficios económicos derivados de la venta de esos apartamentos con vistas al mar en la cuarta planta ilegal podrían haber superado los 1,2 millones de euros. Arenas insistió ante la Benemérita en que pensaba que todos los negocios que había realizado en Andratx, y que supuestamente le reportaron beneficios millonarios, habían sido conforme a la legalidad. El interrogatorio policial duró varias horas y algunas de las preguntas que le formularon fueron largas y complejas. Arenas durmió en los calabozos y por la mañana compareció ante el juez.