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J.T.B.
Ya sólo es cuestión de semanas: las viviendas militares del Baluard del Príncep van cayendo lentamente y la muralla renacentista se adueña, poco a poco, de la principal entrada a Palma.

El edificio principal aparecía ayer claramente partido por la mitad, ofreciendo una imagen inédita del baluard que, cuando el proyecto esté culminado, será una zona de paseo, una gran zona verde de más de 26.000 metros cuadros vinculada a la nueva imagen de la fachada marítima de Palma. Las obras de demolición, que se iniciaron el pasado día 28, están siendo supervisadas por un equipo de arquitectos ya que es Baluard del Príncep está catalogado.

La decisión de demoler estas viviendas militares, cuyos propietarios ya han sido realojados, data de los años ochenta, cuando en Cort gobernaban los socialistas, pero hasta ahora no se había concretado.