El control sobre la oferta complementaria es exhaustivo en todas las zonas turísticas de las Islas.

TW
0

En diez años (entre 1997 y principios de 2007), los Servicios de Inspección de la Conselleria de Turisme han dado de baja en las Islas a 5.560 bares, restaurantes y cafeterías, tras haberse visitado en dicho período un total de 9.761 establecimientos, todo ello en cumplimiento del plan de modernización de la oferta complementaria.

Con la aplicación de este plan de modernización, de los 9.761 establecimientos, según fuentes de la Conselleria de Turisme, 4.201 se han sometido a dicho plan (ver gráfico adjunto y desglose de las fases de modernización).

El director general de Ordenació, Josep Aloy, indica que la elevada cifra de bajas, más en un sector tan atomizado y complejo, «se debe a múltiples factores, puesto que hay toda una serie de condicionantes en la apertura y cierre de bares, cafeterías y restaurantes por la gran cantidad de traspasos que hay, así como por el cese de actividad».

Aloy indica que el plan de modernización en la oferta complementaria es más difícil de poder acometer, a diferencia de en la oferta de alojamiento. «Durante los primeros años de cumplimiento de este plan, los servicios de inspección tuvieron que trabajar de forma dura, dada la gran atomización que hay en el sector de la restauración. El objetivo es que dicho plan sea permanente y que vaya ligado al plan de calidad, porque la oferta complementaria es un sector vital para la industria turística por el trato directo que mantiene con el cliente», explica Aloy.

El conseller de Turisme, Joan Flaquer, ha apuntado en varias ocasiones que con la Ley General Turística (LGT), que recoge la modernización de todo tipo de oferta, «se quiere aplicar una modernización permanente ligada a la calidad, que es lo que determina el nivel de competitividad, el servicio y la formación de los trabajadores».