«Fantasía del Fénix», comparsa encargada de iniciar el desfile, fue la ganadora en esta edición de sa Rua de Palma 2007.

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Cada año, la lluvia se empeña en ser la aguafiestas de los desfiles de Carnaval y, en muchos de ellos, lo ha conseguido, sin ir más lejos en la Rueta del pasado sábado. Pero ayer, la conciencia de la meteorología, si es que existe, dio una tregua para que los ciudadanos pudieran disfrutar contemplando o desfilando en sa Rua.

A las 16.00 horas, una hora antes del inicio, el aguacero que caía sobre Palma hacía presagiar lo peor: la anulación del desfile como sucedió el año pasado. Muchos ya se hacían a la idea, como José que, vestido de pirata, se mostraba desmoralizado y sin esperanzas. Pero, como el Ave Fénix que resurge de sus cenizas, un tímido y único rayo de sol anunció el fin de la lluvia y por consiguiente el principio de sa Rua.

La consecuencia directa de este susto inicial fue la escasa afluencia de público en un primer momento pero, a medida que se iba desarrollando el desfile y la gente confiaba más en el tiempo, eran muchos más los que se acercaron a contemplar esta fiesta de disfraces. Según la Policía Local, cerca de 20.000 personas contemplaron el desfile.

Un total de 25 carrozas y 46 comparsas desfilaron desde Jaume III hasta la Rambla pasando por la Plaça Joan Carles I, la Plaça de la Reina y vuelta para continuar por Unió, Plaça Weyler y la calle de la Riera. El jurado, que se ubicó en la Plaça Joan Carles I, estuvo compuesto por la alcaldesa de Palma, Catalina Cirer; María José Frau, regidora de Dinamització Ciutadana; Rafael Duran, teniente de alcalde de Esports i Joventut; Bernat Pujol, director de teatro; los diseñadores Tolo Crespí y Toni Grau, y Vicenç Torres, director de las Aules Taller de la Fundació Teatre Principal, entre otros. Algunos de ellos disfrazados como Cirer, de marinerita, y Frau de cortesana.