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La teniente de alcalde de Medi Ambient y presidenta de Emaya, la popular Catalina Terrassa, dio a conocer ayer que los controladores medioambientales de dicha empresa municipal realizaron el pasado año un total de 1.918 actuaciones, de las cuales 1.298 terminaron en denuncia. En 2005, el número de actuaciones fue algo superior, 2.378 en total, si bien el número de denuncias fue algo inferior, 1.206 en total.

Terrassa añadió que las zonas en las que en 2006 se levantaron un mayor número de denuncias fueron s'Arenal, Can Pastilla, es Coll den Rabassa, Santa Catalina, Son Espanyolet y el centro de Palma.

De las 1.298 denuncias citadas, 619 lo fueron por ensuciar las calles, 226 por depositar la basura fuera del horario establecido o junto a los contenedores, 118 por depositar trastos en la vía pública y 58 por no recoger los excrementos de los animales en la vía pública, entre otras.

La presidenta de Emaya recordó que las actas de denuncia impuestas por los controladores medioambientales no generan de forma automática una sanción, ya que, al igual que ocurre con otras actuaciones administrativas, se sigue un proceso que puede desembocar en una multa o en una retirada de la misma si así lo estima conveniente el instructor del caso.

Asimismo, recordó los pasos seguidos durante el proceso sancionador. En primer lugar, una vez recibida el acta, se inicia el expediente sancionador, y a continuación se traslada a la persona denunciada el acuerdo de inicio del expediente sancionador, con la indicación de la infracción incoada y la sanción máxima que se le puede imponer, al objeto de que en un plazo de 15 días formule las alegaciones pertinentes.

Resuelta la alegación, si la hubiere, se propone entonces la sanción correspondiente, que se le comunica al sancionado para que en un nuevo plazo de 15 días vuelva a alegar si lo desea. Finalmente, se le vuelve a notificar la sanción al interesado, por si desease imponer un recurso de reposición.