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TORRES BLASCO/JUAN MESTRE
«Si la Comunitat Autònoma fuera una empresa privada, estaría en quiebra», aseguró ayer Francesc Antich, que criticó el alto endeudamiento del Ejecutivo y de la hipoteca que eso supone para el futuro.

El endeudamiento de la Comunitat, sin contar con las empresas públicas, es de 1.832 millones de euros.

El líder socialista recordó que «estamos endeudados hasta el año 2035» y que el propio Síndic de Greuges, en su informe relativo a los presupuestos del 2005, cuestiona gravemente. Por ejemplo, no ha recibido del Govern toda la información requerida.

Antich expuso que la Sindicatura avisa al Ejecutivo de que podría quebrantar el artículo 502 del Código Penal, en el que se describe como delito que se obstaculice la labor de este tipo instituciones por parte de funcionarios y administraciones.

Antich contrastó esta cifra con los 218 millones de euros de deuda que presentaba la Comunidad Autónoma en 1999 y los 300 millones contraídos durante la legislatura del Pacte de Progrés.

El dirigente del PSIB, candidato a la Presidencia en las próximas elecciones, señaló además que el actual es un Govern «tramposo» porque argumenta una «deuda histórica» que «no existe», ya que no ha sido reconocida por el Ejecutivo estatal, para solicitar la ampliación de créditos.